La Huelga General (29-S) ha sido secundada mayoritariamente por los trabajadores, demostrando el activo sindical que la clase trabajadora mantiene para defender los derechos de los trabajadores, a pesar de la campaña difamatoria contra los sindicatos de clase que desde sectores ultra conservadores, empresariales, políticos y financieros han orquestado en los últimos meses. Al mismo tiempo, del creciente imperio de una política 
económica neoliberal adoptada por el Gobierno de Rodríguez Zapatero ha puesto de manifiesto, el continuo alejamiento de la clase trabajadora que aconseja la necesaria reordenación de la izquierda social y política en beneficio de un cambio de gobierno más cercano y comprometido con los trabajadores.
El Gobierno está obligado a rectificar su orientación política y su enfoque económico en beneficio del estado del bienestar que haga posible un reparto más justo de los beneficios sociales. La Huelga General debe suponer una advertencia seria y responsable de los ciudadanos que rechazan las formulas de gobierno que se vienen experimentando en España, sabiendo que son rechazadas también por la clase trabajadora en general y no benefician el desarrollo de autenticas políticas de izquierdas.
La derecha social y política no ha conseguido acallar la voz de los trabajadores y mucho menos, doblegar a los sindicatos de clase. Sin embargo, para conseguir restituir los derechos legítimos de la clase trabajadora será necesario en el futuro, exigir la rectificación de los derechos arrebatados a los trabajadores, uniéndolo al necesario proceso movilizador que propicie un verdadero cambio social y político, mediante la idea básica de un modelo de representación más cercana a los ciudadanos que consiga poner en práctica o aplicar verdaderas políticas de izquierdas y con ello, poner fin a la utilización de practicas de ajuste duro o recortes de los derechos de los trabajadores, descartando formulas como las que el gobierno de Zapatero viene imponiendo en España.
La actual composición del parlamento español, no se corresponde con la visión que los trabajadores tienen de él y tampoco se corresponde con la visión que los parlamentarios tienen del pueblo español. Prueba de ello, la pudimos apreciar el pasado 29-S, al comprobar que mientras la mayoría de los trabajadores se manifestaban en la calle contra la Reforma Laboral, tan solo, siete diputados de los 350 que componen el parlamento, pertenecientes a los grupos de IU, ICV, ERC y BNG, apoyaban a los trabajadores en su protesta contra la citada Reforma.
RECTIFICACIÓN YA
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