Carta abierta a mi Secretario General: Ignacio Fernández Toxo.

Carta a Ignacio Fernández Toxo. Secretario General de CC.OO

Con motivo de las negociaciones que se vienen celebrando con el Gobierno para reformar las pensiones.

Estimado Ignacio:

Me dirijo a ti, como afiliado y militante de CC.OO., en unos momentos de gran importancia vital para nuestro sindicato y con ello, también para los intereses de toda la clase trabajadora, estando en tela de juicio innumerables derechos que durante mucho tiempo han sido la bandera que ha presidido las conquistas sociales en nuestro país.

Como bien sabes, muchos de estos derechos, ya han sido arrebatados sin mediar una actitud de negociación equilibrada, ni tampoco se ha tenido en cuenta el daño ocasionado, ni quienes van a sufrir la aplicación de estas reformas que se han impuesto por la fuerza desde el poder que se ostenta.

Aunque soy consciente de que una solución negociada siempre ha sido garantía de supervivencia, en esta ocasión, el día a día viene demostrando que existe una constante e imparable vía desregularizadora por parte del Gobierno, instalada también en una gran mayoría del Parlamento que coincide con posiciones claramente conservadoras y que tienen en estos momentos, un enfoque de liberalismo extremadamente indomable.

Una nueva negociación en estos momentos, con las señales de dependencia que ha demostrado la mayoría política que forma el parlamento y la falta de clarificación en el modelo económico que se pretende aplicar para beneficio de unos pocos –los más ricos y poderosos-, en contra de una gran mayoría de ciudadanos y trabajadores. No tiene sentido, tanto en lo referido a la escasa recuperación de derechos arrebatados con anterioridad, como por la facilidad que tienen para seguir lesionando esos u otros derechos en el futuro inmediato. Un posible acuerdo, significaría aceptar gran parte de las reformas realizadas y asumir conceptos que ya han sido rechazados por nuestras propias valoraciones.

Por ello, creo necesario mantener unas posiciones firmes en los planteamientos que ya hemos realizado y venimos defendiendo:

• No al aumento en la edad de Jubilación, posterior a los 65 años, ni aumentar los años de computo o necesarios para calcular la pensión.
• No a la modificación del procedimiento de negociación colectiva y salvaguarda de la vigencia de los convenios colectivos.
• No debe abandonarse la posición de rectificación propugnada contra la última reforma laboral.

Y con ello, sabemos, que para llegar a obtener unos resultados satisfactorios en cualquier conflicto laboral “es necesario en ocasiones acudir a mecanismos de movilización constante, permanente y continua”,  además de ser inevitable salvaguardar a los trabajadores mediante el derecho constitucional que tiene la figura de la Huelga General.

Por último, confío en que estos argumentos van a mantenerse y finalmente, no vais a firmar un acuerdo que conlleve perdida de derechos para los trabajadores y trabajadoras de nuestro país.

Con mi voto no se avalarán Reformas Innecesarias, ni Recortes Sociales a los trabajadores.

Muchos analistas vienen tratando y calificando las Reformas Laborales que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero viene realizando, como innecesarias, injustas y contrarias a una verdadera política de izquierdas. Y sin embargo, continua existiendo un talante social que no permite introducir una mayor valoración crítica de la situación de crisis, y tampoco supone una autentica reflexión sobre las nefastas consecuencias de estas reformas, que están siendo continuamente avaladas por una mayoría parlamentaria que viene coincidiendo a pesar de pertenecer a tendencias políticas diferentes.

Es evidente que el espacio ideológico de un pensamiento de izquierdas, se ha estrechado enormemente, en unos límites inasumibles para personas con fuertes convicciones ideológicas, pero también estas reformas,  son injustas e intolerables doblemente, para quienes son victimas de este sistema económico cruel que recorre los países desarrollados, sin control alguno de los ciudadanos. Sistema que va sumando graves consecuencias sociales, como el abandono de millones de desempleados y  familias enteras desalojadas de los cauces de protección social. Sin embargo, en el reverso de esta pesadilla, seguimos asistiendo a la comprobación de mejores beneficios empresariales y financieros; donde bancos y grandes empresas se complacen en aumentar libremente sus activos financieros, a pesar de la crisis, sin que esto, sea considerado relevante para manifestar el más mínimo reproche institucional o político.

Un sistema económico cruel e injusto que está teniendo un importante amparo social y político, de Gobiernos e Instituciones, Partidos políticos (PSOE, PP) y otros partidos conservadores, junto a unas iniciativas de presión y oposición poco eficaces, por parte de las Organizaciones Sindicales. Sin embargo, los trabajadores, desempleados, pensionistas, jóvenes y ciudadanos en general,  aún no han tenido la oportunidad de expresar con su voto, su aprobación o rechazo a este modo de gestión de sus derechos, tantas veces lesionados.

Una oportunidad y una expresión que cada trabajador, como cada ciudadano, deberá ejercer democráticamente en las elecciones que se vayan sucediendo a partir de ahora (Autonómicas, Municipales y Generales). En ellas, se deberán reflejar todas las actitudes frente a la crisis, al mismo tiempo, tendremos la oportunidad de designar las formas de gobernar y las ideas que deben compartir el gobierno del pueblo en los próximos años.

El año 2010, pasará a la historia como el año en el que la clase trabajadora, sufrió a manos de sus legítimos gobiernos, el más duro y mayor recorte de derechos que se ha dado en la historia y con ello, la mayor agresión ideológica que se ha manifestado contra los trabajadores, despojándola de cuantas conquistas sociales habían conseguido a lo largo de años de lucha y sacrificio social.

Con esta actitud, el Gobierno de Zapatero  está avalando la expansión del neoliberalismo en Europa,  con la justificación de los partidos conservadores que apoyan la citada expansión , como viene siendo habitual por el Partido Popular en España. Al mismo tiempo, ha dejado a merced de los mercados financieros, la expansión de esas políticas, que están devorando los derechos de los trabajadores y trabajadoras de este país. Aval y dejar hacer que le ha llevado a ser considerado integrante de ese orden mundial y por lo tanto, ha dejado de ocupar un espacio dentro de la Izquierda Europea.

Mi voto, como el de muchos trabajadores, no apoyará, ni avalará más reformas sociales o laborales contrarias a los legítimos derechos de la clase trabajadora.

Otro mundo es posible, otra IZQUIERDA es posible.

DOS GOTAS DE AGUA EN UN MAR DE REFORMAS E INJUSTICIAS SOCIALES

Hace algunos años, era improbable pensar que se fuesen a producir algunas afirmaciones como “El PSOE y el PP, siguen el mismo proyecto económico”. Sin embargo, habiendo sufrido las medidas adoptadas en política económica, de forma unilateral  por el Gobierno de Zapatero y su nefasta repercusión en la vida social y laboral de nuestro país, crecen con especialmente trascendencia,  por la injusta distribución de la crisis y la pérdida de derechos conquistados legalmente. Podemos imaginar que estas u otras afirmaciones, están configurando la vida cotidiana de la clase obrera: trabajadores amenazados con medidas de regulación de empleo, desempleados en busca de trabajo, pensionistas que han visto congeladas sus pagas, empleados públicos con salarios reducidos,  jóvenes sin esperanza de futuro y un sindicalismo que aún no ha asimilado la importancia del impacto social de la crisis y el suicidio político del socialismo español.  Con ello, vienen avanzando algunas tesis que resaltan las grandes coincidencias políticas entre Gobierno y Oposición Conservadora, a pesar de un discurso aparentemente opuesto, pero que finalmente ambas conducen al mismo neoliberalismo por dos caminos coincidentes.

 

Po tanto, es digno de atención la gran similitud que vienen adquiriendo las políticas económicas y sociales de las dos personas que representan en nuestro país, al Jefe del Gobierno como José Luis Rodríguez Zapatero por un lado y a Mariano Rajoy como Jefe del mayor partido de la oposición por otro. Ambos, siguen cómodamente en su papel de Gobierno y Oposición, uno dictando recortes sociales mediante un progresivo proceso de reformas y otro, amparando las injusticias sociales mediante un calibrado discurso opositor dejando hacer en busca de un posible éxito político en el futuro.

Imagen que se ha trasladado al Congreso de los Diputados, donde los únicos diputados que mantienen sus votos en posiciones de izquierdas, mostrándose activos contra las reformas que se vienen realizando, son los diputados y diputadas de IU, ERC y BNG.

Mientras tanto, la clase trabajadora no sale de su asombro, ante el avance de las Reformas Laborales que el Presidente del Gobierno continua alentando día a día, mediante una política de duras imposiciones, en un improvisado teatro mediático que hace crecer el drama social de millones de familias y desempleados que viven pensando que otro mundo es posible. Sin embargo, los dirigentes del Partido Popular,  los ejecutivos de las grandes empresas o los poderes financieros, tampoco están interesados en terminar con la opresión, la miseria y las desigualdades sociales. Entre todos, están terminando con las conquistas sociales y el estado del bienestar, tantas veces defendido por la izquierda social y política española.

La clase trabajadora, tiene una cita en la calle. LA CLASE TRABAJADORA  TIENE QUE UNIR SUS FUERZAS POR LA IZQUIERDA.

Ni nos domaron,

ni nos doblaron,

ni nos van a domesticar.