La situación laboral en el siglo XIX originaron una serie de reivindicaciones obreras que dieron lugar a varias revueltas de trabajadores en varias ciudades de los Estados Unidos, surgiendo el inicio de una Huelga General en Chicago que se fue extendiendo por todo el país. El 1º de mayo de 1886, miles de trabajadores secundan la huelga para lograr imponer “la duración legal de la jornada laboral de ocho horas”.
En ese mismo mes, varios sectores patronales accedieron a otorgar la jornada de 8 horas a centenares de miles de obreros. El éxito de la huelga y las movilizaciones fue tal, que las organizaciones sindicales de la época expresaron su jubilo y manifestaron: «Jamás en la historia de este país ha habido un levantamiento tan general entre las masas industriales. El deseo de una disminución de la jornada de trabajo ha impulsado a millones de trabajadores a afiliarse a las organizaciones existentes, cuando hasta ahora habían permanecido indiferentes a la agitación sindical».
En aquel año de 1886, se consiguieron numerosas propuestas de la clase trabajadora y aquella huelga supuso un paso adelante sin precedentes, en toda la lucha arrastrada por el movimiento obrero. Fueron tan importantes los cambios sufridos como consecuencia de la revolución industrial, como importantes, fueron aquellos logros conseguidos para el futuro reivindicativo de toda la clase trabajadora.
Hoy, transcurrido más de un siglo desde que aquellos trabajadores se enfrentaran a sus patronos y a un sistema económico contrario a los derechos de los trabajadores de aquella época, en España y en el mundo, nos encontramos ante el mayor declive de los derechos laborales logrados en toda la historia del movimiento sindical. La llamada crisis económica mundial, originada por un sistema económico opresor e insaciable que impone políticas económicas contra los trabajadores y elimina paso a paso las conquistas sociales logradas en decenas de años, está llevando a la miseria a millones de trabajadores del mundo.
En España, el panorama laboral es también desafortunado, a pesar que el Gobierno se llama de Izquierdas y fue elegido democráticamente con varios millones de votos de trabajadoras y trabajadores. Sin embargo, gestiona esta crisis a favor de los grandes poderes económicos y las grandes empresas multinacionales, de esta forma debemos analizar los siguientes datos:
- 4.612.700 desempleados y desempleadas.
- 20,05% de la población activa española.
- 1,3 millones de familias sin empleo.
- Se pretende aumentar la edad obligatoria de jubilación a los 67 años
- Se amenaza con una reforma laboral que abarate los salarios y reduzca la indemnización por despido.
- Se aumenta la presión fiscal a los trabajadores y se reduce fiscalizar del patrimonio de los más ricos.
- Se reduce las empresas publicas y la gestión de los servicios públicos.
- Se vende la banca pública mediante fusiones sin control social.
- El Gobierno subvenciona con dinero público la política empresarial contra los trabajadores en forma de: Expedientes de Regulación de Empleo, Privatizaciones, Fusiones Bancarias, etc. etc.
Es necesario una nueva Alternativa social
por el empleo y los derechos sociales
1º MAYO 2010
